El atronador y rápido ascenso del cohete acabó con minutos de silencio. La brillante llamarada que salía de los motores y el impacto de la onda sonora en el pecho, con la sensación de irrealidad. Ayer, en el
cosmódromo de Baikonur, tres hombres despegaron hacia el espacio. Ocurrió a las 11.38 horas, cuatro menos en España.
Pedro Duque,
Michael Foale y
Alexandr Kaleri, tumbados en lo alto de un 'Soyuz FG', se vieron aplastados de repente por fuerzas de más de cuatro veces la de la gravedad. Pasados nueve minutos, cuando el cohete hacía tiempo que había desaparecido en el cielo azul de la estepa kazaja, la multitud prorrumpió en aplausos: la nave estaba en órbita.
El lanzamiento número 418 desde la torre de la que partió Yuri Gagarin el 12 de abril 1961 -y 800 de un cohete 'Soyuz' en la historia- fue un éxito. El propulsor, de más de 300 toneladas -de las que unas 275 son de combustible y sólo 7,2 corresponden a la cápsula-, cumplió su cometido a la perfección. Puso a los tres astronautas en camino hacia la
Estación Espacial Internacional (ISS), a la que llegarán mañana a las 9.17 horas. Poco después del mediodía, se abrirá la escotilla y Pedro Duque se convertirá en el primer español en entrar al complejo orbital.
Breve ceremonia
Los astronautas se levantaron a las 3.07 horas -las 23.07 del viernes en España- y abandonaron el hotel noventa minutos después. Ya en el cosmódromo, se sometieron a los últimos exámenes médicos y los técnicos rusos les pusieron -a Duque, el primero- el traje espacial 'Sokol', utilizado durante el despegue y la reentrada, y que pesa unos 10 kilos.
A las 8.37 horas, salieron a la calle y, tras una breve ceremonia, se montaron en un autobús para ir a la torre de lanzamiento. Desde el autocar, Duque, siempre sonriente, se despidió de sus familiares, los miembros de la delegación encabezada por Juan Costa, ministro de Ciencia y Tecnología, y los periodistas españoles. En ese momento, comenzaban a llenarse los tanques del cohete con queroseno y oxígeno líquido.
Los tripulantes se acomodaron en la nave dos horas y media antes del despegue. Tenían ante sí dos días de viaje en el módulo de mando de la 'Soyuz', un habitáculo de 4 metros cúbicos, aunque podrán estirar las piernas en el módulo orbital, de 6,5 metros cúbicos y donde se encuentra el baño.
Una misión clave
"Es un éxito para el mundo, para Europa y para España", sentenció minutos después del lanzamiento Jean-Jacques Dordain, director general de la
Agencia Espacial Europea (ESA), a cuyo cuerpo de astronautas pertenece Duque. Desde el
accidente del 'Columbia', las naves rusas 'Soyuz' son el único nexo entre la Tierra y la ISS, la única forma de subir y bajar tripulaciones.
La
misión 'Cervantes' ha sido posible gracias a la financiación española: nuestro país ha pagado 12,8 millones de euros por el pasaje de Duque. El vuelo permitirá que los compañeros de viaje del madrileño reemplacen a
Yuri Malenchenko y Edward Lu como tripulación permanente de la ISS y que, además, se sustituya la 'Soyuz TMA' que hace las veces de bote salvavidas de la estación desde hace seis meses por la nave pilotada por Kaleri. Dentro de diez días, el español, Malenchenko y Lu regresarán a casa en la cápsula que llegó a la plataforma en abril.
"La contribución de Pedro y de España a la construcción de la ISS es fantástica", sentenció el administrador general de la
NASA, Sean O'Keefe. El estadounidense, que asistió al despegue, no ahorró elogios al español, a quien considera un profesional "competente y extraordinariamente preparado". "Estamos muy contentos de que esté a bordo de la ISS", dijo O Keefe, quien espera que, a su vuelta, Duque dé "un muy buen informe de primera mano sobre el estado actual de la estación".
El ministro español de Ciencia y Tecnología, Juan Costa, destacó el valor científico de una misión que, según dijo, va a permitir "avanzar en el conocimiento de la vida", del envejecimiento, de procesos oncológicos y de otras patologías. Para el director general de la ESA, Jean-Jacques Dordain, "lo más importante serán las conversaciones que mantendrá Duque con escolares porque, en los próximos quince años, Europa va a necesitar nuevos talentos dedicados a la ciencia y la tecnología".
La pareja formada por el cohete y la cápsula 'Soyuz' ha dado un magnífico resultado. Desde el 'Sputnik', los lanzadores han tomado el nombre de la carga que portaban. El 'Soyuz', una evolución del 'Vostok' de Gagarin -que a su vez lo era del misil 'R-7' que puso en órbita el primer satélite artificial- debutó en noviembre de 1963.
El primer vuelo tripulado -con una cápsula 'Soyuz' en el cohete- data del 23 de abril de 1967. Desde entonces, este sistema de lanzamiento ha demostrado ser el más fiable. El único accidente en un despegue de una misión tripulada ocurrió en 1983 cuando, al detectarse un incendio durante la cuenta atrás, se activó el dispositivo de eyección de la cápsula y ésta se separó del cohete. El lanzador explotó; a los astronautas no les pasó nada. "Pueden salir despedidos sanos y salvos en cualquier momento desde el despegue hasta la entrada en órbita", ha explicado a este periódico Alain Fournier-Sicre, jefe de la delegación de la ESA en Rusia.
Los dos accidentes mortales sucedieron en reentradas. Vladimir Komarov murió al estrellarse la 'Soyuz-1' tras fallarle el paracaídas y los tres primeros tripulantes de la estación 'Salyut' -Gueorgui Dobrovolski, Vladislav Vólkov y Víctor Patsaiev- fallecieron al despresurizarse la cápsula en junio 1971. No llevaban traje espacial.