"Quiero transmitir a los niños la ilusión de que estudiando ciencia o ingeniería se pueden tener muchas satisfacciones. No hace falta dedicarse al deporte o a la farándula para triunfar. España también necesita niños inteligentes y despiertos". Alto y claro se escucharon ayer estas palabras de
Pedro Duque en la rueda de prensa ofrecida por el astronauta español, el estadounidense
Michael Foale y el ruso
Alexandr Kaleri antes de despegar del
cosmódromo de Baikonur hacia la
Estación Espacial Internacional (ISS).

El encuentro con los astronautas se celebró con un cristal de por medio, ya que han permanecido aislados desde el domingo para evitar el transporte de microbios al complejo orbital. Duque, Foale y Kaleri han estado alojados en Baikonur en el Hotel de los Cosmonautas, sometidos a pruebas médicas y "clases de última hora", y haciendo los ensayos finales de la
misión 'Cervantes'. Los familiares de los tripulantes de la 'Soyuz TMA-3', que han compartido con ellos una hora diaria previa revisión médica, se despidieron de ellos ayer por la tarde. No volverán a verles cara a cara hasta que regresen a la Tierra, el madrileño en diez días y sus compañeros en seis meses.
A menos de veinticuatro horas del lanzamiento, previsto para hoy a las 11.37 horas -cuatro menos en España-, Duque se mostraba confiado en la tecnología rusa. "Todo está a punto y no hay mal augurio". Lo que más preocupa al astronauta español es el apretado horario de actividades y no defraudar a los escolares que van a hablar con él por radio durante la misión: "Me gustaría llegar a tiempo a todas las conexiones con los niños". El tripulante dispondrá de media hora libre al día, que dedicará "a flotar de un lado a otro", acumular sensaciones y mirar a la Tierra cuando pase sobre España "y otros lugares donde vive gente que conozco".

Duque aseguró ayer que no siente envidia de sus dos compañeros, quienes van a permanecer medio año en la ISS. "Cada uno tiene su trabajo. Ellos tienen que hacer experimentos y mantener la estación en marcha. En los días que voy a estar allí, voy a hacer tantas actividades científicas como ellos en seis meses". El madrileño alabó a sus colegas -"entre los dos han pasado dos años en el espacio y participado en ocho vuelos"- y destacó que tiene con ellos "una relación bastante estrecha, de amistad y compenetración". Foale y Kaleri hicieron lo propio.
La compenetración
"No tenía ninguna duda de sus capacidades profesionales, pero me sorprendió el grado de compenetración mutua que surgió cuando empezamos a entrenar. Daba la impresión de que llevábamos años juntos, lo que demuestra su profesionalidad", dijo el ruso del español, a quien describió como "una persona alegre, atenta y que ama la vida". 'Amigo' fue la palabra que eligió Foale para referirse al astronauta madrileño.

El estadounidense resaltó, además, que la misión 'Cervantes' -en la que se reemplazarán la nave de salvamento y la tripulación permanente de la ISS- es una demostración de la colaboración internacional en tiempos difíciles, cuando la flota de transbordadores estadounidenses está en el dique seco tras la
tragedia del 'Columbia'. España, recordó Foale, ha proporcionado el dinero que hace posible esta misión -ha pagado a Moscú 12 millones de euros por el billete de Duque- y Rusia, el cohete y la cápsula 'Soyuz'. "Es importantísimo que el Ministerio de Ciencia haya hecho esta inversión en un momento en el que las naves de la NASA no pueden volar", afirmó, por su parte, el astronauta español.
Duque lleva en su equipaje anillos de su abuelo y de su tío, fotos familiares, dibujos de sus hijos y su insignia de la
Agencia Espacial Europea (ESA). Se habrá despertado hoy a las 3.07 horas -las 23.07 horas de ayer en España- y, si todo sale bien, siete horas y media después volará hacia la ISS.