Hace unos 40.000 años, el mundo cambió. Surgieron en Europa los llamados comportamientos modernos, que se reflejan, entre otras cosas, en técnicas de caza y de fabricación de herramientas complejas, así como en la aparición del arte. Al mismo tiempo, nuestros antepasados vinieron de Africa y se encontraron cara a cara con los neandertales. Estos habían evolucionado en el viejo continente a partir de otros inmigrantes africanos llegados más de un millón de años antes. De las dos humanidades, sobrevivió una, la nuestra. Tras una lenta decadencia, los neandertales se extinguieron hace 27.000 años porque eran inferiores, según una interpretación tradicional que ahora cuestionan algunos prehistoriadores.
"Los neandertales eran unos tipos tan capaces o más que nosotros", mantiene el arqueólogo vasco Jesús Emilio González Urquijo, uno de los 'Homo sapiens' no convencidos de su superioridad sobre los extintos europeos. Profesor de la
Universidad de Cantabria, dirige con su colega Juan José Ibáñez desde el año 2000 las excavaciones del abrigo de Axlor, en Dima, descubierto para la arqueología por José Miguel de Barandiarán en 1932 y ocupado por poblaciones neandertales durante unos 15.000 años. Es el lugar en el que vivieron, hace 55.000 años, los vizcaínos más antiguos de los que tenemos noticia. No eran de nuestra especie.
Una Humanidad compleja
Los comportamientos modernos marcan el comienzo del Paleolítico Superior hace 40.000 años y se han ligado habitualmente a nuestra especie, en perjuicio de un neandertal al que se ha visto como un hombre-bestia. Sin embargo, cada vez hay más evidencias que apuntan a que el homínido europeo no fue un bruto salvaje que sucumbió bajo un pariente africano más inteligente. "Esa es una explicación simplista", sentencia el prehistoriador Joseba Ríos, que también trabaja en Axlor.
Los neandertales eran robustos -los machos medían 1,7 metros y pesaban unos 80 kilos- y su capacidad craneal rondaba los 1.500 centímetros cúbicos. "Más que nosotros", apunta González Urquijo. Dotados posiblemente de habla, "no sólo enterraban a sus muertos, sino que, además, en algunos casos llegaban a tratar los cadáveres". De su capacidad artística no hay pruebas anteriores a hace 40.000 años, pero tampoco abundan entre nuestros antepasados de la época. «La eclosión del arte en Europa se data hace 35.000 años. La mayor parte de los 'Homo sapiens' anteriores no tiene arte», indica el arqueólogo.
Los restos humanos de Dima se limitan a cuatro muelas y parte de una mandíbula desenterrados por Barandiarán, y otro molar de leche sacado este año. La escasez de piezas no permite saber si se dio algún tipo de ritual funerario de los documentados entre neandertales. "Además de tratar de manera especial a algunos individuos, esta especie practicaba cierta solidaridad grupal, habiéndose documentado casos de sujetos muy enfermos que no hubieran sobrevivido sin ayuda", destaca Ríos. La imagen de hombres-bestia se desploma ante una actitud tan humana como el socorro del compañero herido.
Axlor fue ocupado por neandertales entre hace 55.000 y 40.000 años. "Está en una zona de paso entre los valles cantábricos y mediterráneos, y probablemente esa posición tuvo una importancia estratégica en la prehistoria", señala González Urquijo. En los 45 metros cuadrados abiertos a la excavación -el yacimiento abarca, por lo menos, 150-, se han hallado restos de caza correspondientes a dos periodos climáticos diferentes: el más antiguo está protagonizado por el ciervo, el jabalí y el corzo; el más reciente, por el caballo, el bisonte y el uro, así como algunos restos de glotón y reno, lo que apunta a un clima más frío.
Conocedores del medio
"En los niveles más antiguos, el porcentaje de ciervos supone el 70% de los animales consumidos, lo que sugiere un cierto grado de especialización", explica Ríos. Las huellas de ocupación más recientes, de hace unos 40.000 años, se caracterizan por una gran riqueza de huesos y restos de útiles. "Parece un matadero. Es donde procesaban los animales. La zona de despiece y consumo". Esa dedicación de un lugar determinado a una actividad concreta, algo documentado en otros yacimientos, implica una organización del espacio de una complejidad que antes se vinculaba al 'Homo sapiens', el hombre moderno. Pruebas de ello son también los hogares de niveles inferiores, alrededor de los cuales "seguramente tuvieron lugar distintas actividades, así como la socialización del grupo»".
La piedra para los útiles es de baja calidad en la zona, por lo que se abastecían en Barrika, Sopelana, Urbasa y Treviño, que distan entre 30 y 40 kilómetros de Axlor, aunque también hay pedernal del norte de los Pirineos. "Esto implica una planificación a la hora de ocupar el territorio, un buen conocimiento del medio y que los neandertales eran capaces de adaptar sus formas de vida a las condiciones de territorios muy distintos", dicen los investigadores.
Los habitantes de Axlor preparaban los núcleos de pedernal para extraer de un golpe piezas de formas determinadas y reciclaban los útiles. "Hay unas puntas muy bien trabajadas preparadas para el engaste", indica Jesús Emilio González Urquijo, para quien "los neandertales de Dima no tienen nada que envidiar a los 'Homo sapiens' de su época. Las herramientas que se encuentran aquí son muy similares a las que individuos de nuestra especie fabricaban entonces en Oriente Próximo y Africa".
Los europeos originales se extinguieron hace unos 27.000 años. ¿Por qué? De momento, nadie lo sabe. Aunque coincide temporalmente con la expansión del 'Homo sapiens' por Europa, el porqué del largo declinar de esta especie- se prolonga 10.000 años- es un misterio. Axlor no sólo ha empezado a contar cómo vivían los neandertales del País Vasco, sino que además podría explicar cómo evolucionaron durante 15.000 años y hasta cuáles fueron las causas de su desaparición. González Urquijo, Ibáñez y Ríos son los Grisson de la arqueología: intentan reconstruir los últimos días de los neandertales para determinar las causas de su muerte como especie.
LOS 'HIJOS' DE LOS HOMíNIDOS DE ATAPUERCA
Hace 40.000 años, había dos humanidades: la de los 'Homo sapiens', especie surgida en Africa, y la de los 'Homo neanderthalensis', especie europea que era el último eslabón de un linaje de africanos que habían emigrado a Europa más de un millón de años antes.
Los neandertales aparecieron en Europa hace unos 200.000 años, pero sus ancestros habían llegado al continente mucho antes. El más cercano en el tiempo, el 'padre' del neandertal, sería 'Homo heidelbergensis', del que se han descubierto gran cantidad de restos de hace 400.000 años en
Atapuerca. Más atrás, encontraríamos a 'Homo antecessor', otro 'burgalés' al que se considera el más antiguo de los europeos.
EL YACIMIENTO
El abrigo de Axlor está en Dima (Vizcaya). Fue descubierto para la arqueología en 1932 por José Miguel de Barandiarán, quien lo excavó entre 1967 y 1974. Un equipo de la Universidad de Cantabria, dirigido por Jesús Emilio González y por Juan José Ibáñez, trabaja en él desde hace tres años en un proyecto financiado por la Diputación de Vizcaya. Ocupado por poblaciones neandertales desde hace 55.000 hasta hace 40.000 años, los prehistoriadores afirman que Axlor contiene pistas clave para entender cómo vivieron estos homínidos justo antes de entrar en contacto con nuestros antepasados, que llegaron a Europa desde Africa hace 40.0000 años.