ASTRÓNOMOS VEN CÓMO UN AGUJERO
NEGRO SE TRAGA PARTE DE UNA ESTRELLA
Un equipo internacional de astrónomos ha visto cómo un agujero negro gigantesco hace trizas una estrella y se traga parte de ella, algo predicho por la teoría, pero de lo que no se tenían pruebas directas hasta ahora. El drama ha ocurrido en la galaxia RXJ1242-11, a unos 700 millones de años luz de la Tierra, y ha sido captado por dos telescopios espaciales de rayos X: el 'Chandra', de la NASA, y el 'XMM Newton', de la ESA.
Los observatorios orbitales detectaron, en el centro de RXJ1242-11, una explosión de rayos X de las más grandes registradas. La causa era el gas de una estrella destruida, calentado a millones de grados centígrados, que se precipitaba hacia un agujero negro. La energía liberada equivalía a la de una supernova y el perdedor estaba claro. El agujero negro tiene unos cien millones de veces la masa del Sol; la estrella era probablemente del tamaño de éste. "Es la versión máxima del combate de David contra Goliat, y aquí David pierde", indica Guenther Hasinger, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre y uno de los investigadores.
Los astrónomos creen que la estrella fue lanzada hacia el agujero negro del centro de RXJ1242-11 por un encontronazo con otra estrella. Cuando se acercó, la enorme fuerza de gravedad del agujero negro tiró de ella -lo mismo hace la Luna con los océaños terrestres, pero con mucha menor fuerza- hasta romperla en pedazos. "Las estrellas pueden estirarse hasta cierto punto, como sucede en los sistemas binarios -formados por dos estrellas que giran alrededor de un punto-, pero ésta fue estirada más allá del límite. La desafortunada estrella simplemente daba un paseo por el vecindario equivocado", dice Stefanie Komossa, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre y directora del grupo de investigadores. El agujero negro se tragó cerca del 1% de la masa de la 'víctima'.
Los astrónomos calculan que un fenómeno de este tipo, en el que los tirones gravitatorios de un agujero destrozan una estrella, son algo raro en una galaxia típica como la nuestra. Si en vez de a 700 millones de años luz ocurriera en el centro de la Vía Láctea -donde también hay un agujero negro de grandes dimensiones-, la explosión de rayos X resultante sería 50.000 veces más potente que la más brillante detectada, aunque no supondría una amenaza para la vida en la Tierra.