Los científicos del Centro de Astrobiología (CAB), en Torrejón de Ardoz, pegaron el martes un salto de alegría cuando sus colegas de la NASA anunciaron que el todoterreno 'Opportunity' había dado con pruebas de que el agua fluyó por la superficie de Marte. "Dijeron la palabra mágica: jarosita. No abrimos botellas de champán porque no las teníamos", recordaba ayer Ricardo Amils, microbiólogo de la Universidad Autónoma de Madrid y director del Laboratorio de Extremofilia del CAB, dedicado al estudio de organismos que viven en ambientes extremos.

El hallazgo de jarosita en Meridiani Planum es, para los astrobiólogos -los estudiosos del origen y la presencia de la vida en el Universo-, la prueba del nueve de la existencia de un Marte azul. "Se trata de un sulfato de hierro hidratado, de un mineral que necesita agua para formarse. Se había encontrado ya en meteoritos marcianos, pero no en el planeta", explica el geólogo Jesús Martínez Frías. Para el responsable del Laboratorio de Certificación e Identificación de Meteoritos del CAB, la jarosita es la "evidencia más contundente" de la presencia de agua en Marte, de la cual ya había pruebas indirectas en forma de torrenteras y cauces, vapor de agua en la atmósfera, hidrógeno en el subsuelo y agua helada en el polo Sur.

El tiempo y la vida

"Estamos ante la prueba definitiva de la existencia de agua líquida en Marte en el pasado. Sabíamos que la había habido, pero nos faltaban las pruebas sobre el terreno", coincide Agustín Sánchez Lavega, planetólogo de la Universidad del País Vasco. Este físico vizcaíno no tiene "ninguna duda" de la fiabilidad del anuncio de la NASA. "Han hecho pública en Internet tal cantidad de datos que parece casi un artículo de una revista científica". Sánchez Lavega cree que, ahora, hay tres interrogantes: cuánta agua líquida hubo en la superficie marciana, durante cuánto tiempo y adónde ha ido a parar. De las respuestas a estas preguntas depende que haya podido surgir la vida en el planeta y, en el mejor de los casos, sobrevivir hasta la actualidad.

"Donde está 'Opportunity', hubo mucha agua líquida. Unas concentraciones tan altas de sulfatos como las registradas requieren agua estancada y evaporación", señala Amils. "No se puede saber ahora cuánta agua hubo en todo el planeta ni cuándo desapareció, pero lo importante es que, si hay agua, puede haber vida", indica Martínez Frías. En la Tierra, la vida necesitó miles de millones de años para aparecer. Cabe la posibilidad de que en Marte no dispusiera del tiempo suficiente; pero, si lo hizo, puede que haya sobrevivido en el subsuelo, donde creen que ha ido a parar el agua los tres expertos consultados por este periódico.

El agua subterránea puede encontrarse en estado líquido si el planeta ha conservado algún tipo de actividad geológica interna, de fuente de calor. "Si hay agua líquida en el subsuelo, hay posibilidades de que haya vida. Y habrá que ir a por ella", sentencia Amils. Quizá desvele esa incógnita la nave europea 'Mars Express', cuyo radar 'Marsis' se encenderá en abril y penetrará de 3 a 4 kilómetros en el subsuelo del planeta rojo a la búsqueda del agua.


UN MINERAL 'ESPAÑOL', LA CLAVE DEL HALLAZGO

La jarosita, cuya presencia en Marte ha zanjado de una vez por todas la cuestión del agua, es un mineral 'español'. Fue descubierto por August Breithaupt en el barranco Jaroso, en Almería, en 1852. Es un sulfato de hierro hidratado -su fórmula es KF3 (SO4)2 (OH3)- que, en la sierra almeriense, aparece en forma de cristales, acompañando a hematites y limonita.

El ecosistema de Río Tinto "es un análogo terrestre espectacular" de lo que pudo ser en el pasado Meridiani Planum, apunta Martínez Frías. Ricardo Amils trabaja desde hace años en la zona minera onubense, en un entorno 'marciano' en el que los astrobiólogos españoles y de la NASA prueban robots y estrategias para la búsqueda de vida en el planeta rojo.

Río Tinto -con un ambiente ácido, jarosita, hematites y grandes masas de sulfuros- "tiene mucha culpa" de que los responsables del programa de exploración marciana eligieran Meridiani Planum como destino de 'Opportunity'. Los técnicos de la NASA creyeron que un medio ambiente con hematites podía resultar de gran interés a la hora de seguir el rastro del agua. El tiempo les ha dado la razón.

Se ha confirmado que en Marte hubo agua al aire libre. El reto ahora es saber si hubo y hay vida, fenómeno del que únicamente conocemos un ejemplo, ya que todos los seres terrestres -desde las secuoyas hasta las pulgas- descendemos de un ancestro común.


PREGUNTAS CLAVE

¿Cuánta agua hubo en la superficie de Marte? ¿Hubo mares?

¿Durante cuánto tiempo fluyó el agua por el planeta rojo? ¿Fue el suficiente para que surgiera la vida?

¿Dónde ha ido a parar esa agua?

La que se supone que hay bajo la superficie del planeta, ¿está en estado líquido?

Si hubo vida en algún momento, ¿existen todavía microorganismos marcianos en el subsuelo?

Publicado originalmente en 'El Correo'.