"América volverá a la Luna entre 2015 y 2020 para usarla como punto de partida para misiones más ambiciosas". En un discurso cargado de referencias patrióticas -"la NASA es una muestra de los mejores valores de Estados Unidos"- que se cerró a los sones de ‘Barras y estrellas’, George W. Bush anunció ayer un giro radical en el programa espacial estadounidense: el hombre volverá a pisar otros mundos. "No más tarde de 2020", prometió, habrá una base lunar desde la que partirán expediciones "a Marte y otros mundos".

La intervención presidencial en la sede de la NASA en Washington estuvo precedida de unas palabras de Michael Foale desde la Estación Espacial Internacional (ISS). El astronauta lamentó no estar en la sala y cerró su mensaje con una sentencia que, con ligeras variaciones, luego repetiría el inquilino de la Casa Blanca: "El viaje está empezando".

El presidente afirmó que ha llegado el momento de dar "un nuevo rumbo al programa espacial americano", "un nuevo objetivo a la NASA", y se marcó tres metas a medio y largo plazo. La primera está ya en marcha, es la ISS, que ha de estar acabada para 2010 y en la que la investigación se reconduciría hacia los estudios dirigidos a entender los efectos en el organismo humano de las largas estancias en ingravidez. El transbordador espacial se retirará del servicio en 2010, tras treinta años de vuelos, y será sustituida por un nuevo vehículo.

El futuro sistema de transporte espacial -al cual Bush se refirió como Vehículo Tripulado de Exploración- habrá sido probado para 2008 y la primera misión se lanzará antes de 2014. La nave "será capaz de transportar científicos y astronautas hasta la ISS después de la jubilación de la flota de transbordadores". Y podrá ir "más allá", algo imposible para el ‘Atlantis’, el ‘Discovery’ y el ‘Endeavour’, que no pueden alejarse de la Tierra más de 500 kilómetros y cuya autonomía de vuelo se limita a dos semanas. El presidente de EE UU recordó ayer que, "en los últimos treinta años, ningún ser humano ha puesto un pie en otro mundo" y que, desde el ‘Apollo 17’ -en diciembre de 1972-, el hombre no se ha adentrado en el espacio "más allá de la distancia que separa Washington de Boston". "Nos queda mucho por explorar y por aprender. Es hora de que América dé los siguientes pasos", dijo ante un auditorio entregado.

Bush se comprometió a poner a los estadounidenses en la Luna entre 2015 y 2020, como paso previo al envío de "misiones tripuladas a Marte y otros mundos" que partirían desde el satélite. Para cumplir ese objetivo, se lanzará una serie de misiones robóticas a la Luna a partir de 2008 y el regreso humano tendrá lugar en 2015, "con el objetivo de vivir y trabajar allí por periodos de tiempo crecientes". La base permanente permitirá explotar los recursos lunares, experimentar e investigar y reducir los costes de misiones posteriores. En contra de lo que se decía hasta minutos antes de su comparecencia, Bush no puso fecha a la primera misión a Marte.

El coste del proyecto

El presidente prometió, durante el próximo quinquenio, 12.000 millones de dólares para el programa de vuelos tripulados, de los que 11.000 se detraerán de otras partidas. Cifró el aumento del presupuesto de la NASA en el 5% anual hasta 2006 y del 1% en 2007 y 2008. Y aseguró que ninguno de los programas de exploración del Sistema Solar en marcha será perjudicado por la nueva política. Varios medios de comunicación estadounidenses recordaban ayer que poner un hombre en la Luna costó en los años 60 unos 24.000 millones de dólares -100.000 millones de 2004-, y que en los dos años posteriores al anuncio de Kennedy se dobló dos veces el presupuesto de la agencia.

Bush invitó a otras naciones a unirse en la nueva aventura a Estados Unidos, un país que "se construyó sobre el deseo de abrir nuevas fronteras. El ansia de explorar es parte de nuestro carácter". El presidente estadounidense, que en octubre se somete a las urnas, recordó que la tecnología espacial ha aumentado la calidad de vida de sus compatriotas. "Hemos elegido explorar el espacio. Déjennos continuar el viaje", concluyó.

Publicado originalmente en 'El Correo'.