Pedro Duque ha vuelto al día a día después de visitar la Estación Espacial Internacional (ISS), un complejo al que espera volver para pasar seis meses, antes de 2010. Ahora ya está en su casa de Holanda, desde donde atiende por teléfono a este periódico.

-¿Cómo se vive el despegue del cohete 'Soyuz'?

-Sin grandes sobresaltos. El cohete despega con suavidad y vuela sin grandes vibraciones. Da la sensación de que estás metido en una máquina segura, bien engrasada.

-Pero despegan a ciegas porque la cápsula está metida en una vaina.

-No vemos nada, no. Sólo tenemos nuestras pantallas.

-En el transbordador, sí se ve el exterior durante el lanzamiento.

-Si estás en la cabina de arriba, donde me tocó a mí, sí. Tienes unas ventanas laterales por las que ves cómo la torre de lanzamiento se pierde hacia atrás y por las superiores, si tienes una buena posición, ves cómo se aleja la Tierra.

-¿Qué le pasa a uno por la cabeza durante los nueve minutos que pasan desde el despegue hasta que la cápsula entra en órbita?

-Siempre me ha ocurrido que los lanzamientos de cohetes sólo me han dado miedo cuando estaba fuera. Cuando uno se encuentra dentro, piensa en lo que tiene o no que hacer, en las frases que tiene que decir por la radio, para sonar lo más profesional posible... Son cosas que te distraen de la realidad, de que, sin lugar a dudas, estás en un sitio peligroso.

Las vistas

-¿Hay más nervios antes de montar en la nave o una vez dentro?

-Montamos en la nave dos horas y pico antes del despegue. Puedes estar nervioso cuando sales del hotel o cuando te ponen la escafandra, pero, una vez en el autobús, sabes que ya nada depende de ti, que todo va a ir sobre ruedas, y se acaban los nervios.
-¿Cómo pasan en una nave tan pequeña como la cápsula 'Soyuz' esos dos días de viaje hasta ISS?

-Son 48 horas, que es bastante, y la nave es pequeña.

-Tiene cuatro metros cúbicos en donde van los astronautas...

-...y seis el módulo orbital. Tienes que hacer maniobras y otras cosas, pero hay muchas horas libres.

-¿Qué hacen?

-Nos ayudamos entre nosotros si alguno se siente mal o un poquito mareado. Como hay bastante tiempo libre, yo miré por la ventana todo lo que pude.

-Disfrutó de las vistas.

-Sí, porque sabía lo que venía después. Iba a tener que trabajar en la estación y a saber cuándo podría mirar por la ventana.

-La Tierra es desde el espacio un mundo sin fronteras, ¿no?

-Se ven algunas. Se ve muy bien cualquier frontera entre un país rico y otro pobre, entre Estados Unidos y México, por ejemplo. Todas las fronteras que se ven desde el espacio se ven por un motivo triste. Entre Guatemala y México, se ve el bosque del lado del primero, mientras que en el del segundo está todo talado. Cuando miras al valle del Tigris y el Eúfrates, parece que allí abajo esté todo bien.

-Tanto mirar por la ventana, ¿ha visto algún ovni?

-No, todos los objetos voladores que vimos estaban perfectamente identificados.

-¿Sus colegas nunca los han visto?

-A veces hablamos de eso y llegamos a la conclusión de que nunca ningún compañero de los 400 que han subido al espacio ha visto nada difícil de explicar. John Glenn dijo que había como una especie de luciérnagas que le seguían. Quedó muy bonito y poético, pero eran partículas de hielo de agua o de hidracina, no estoy seguro.

-Que no haya rastros de que alguien nos visite es un poco triste.

-Estaría muy bien que alguien nos visitara. Pero no creo que vayan a ser tan maleducados de venir así, siempre de extranjis, nunca hablar con nadie y sólo para hacer perrerías a la gente. Si alguien viniera, lo haría de otra manera.

Volver a la ISS

-¿Cómo encontró la estación?

-Muy bien. Ahora la gente tiene que hacer poco trabajo de mantenimiento, y eso es bueno cuando sólo hay dos tripulantes, porque, si no, no harían otra cosa. Encontré la estación muy bien, segura y funcionando sola. Y el aire, mucho más limpio que el de la 'Soyuz' después de haber estado en ella tres personas durante 48 horas.

-Olería a tigre.

-Bueno, tigre, tigre... Digamos que la estación olía mucho mejor.

-¿Qué hace uno en la estación cuando se cabrea y no puede salir a dar una vuelta a la manzana?

-Puedes cabrearte e irte a una de las 'Soyuz', donde nadie te va a molestar. Los astronautas con experiencia saben cómo superar esos momentos. Lo que procuras durante el adiestramiento es hacerte amigo de los compañeros y fijarte sólo en sus aspectos positivos.

-¿Cuando volverá al espacio?

-Se es astronauta util hasta no mucho más allá de los 50 años y, si los proyectos se retrasan mucho, tampoco voy a pedir ir de abuelito.

-Pero no ve difícil regresar a la ISS antes de 2010 para estar seis meses.

-No, no lo veo difícil. Se superará este momento, el transbordador volverá a volar y quizá la participación europea en la ISS supere el 8%.


"LA INGRAVIDEZ SERÍA UN ESTADO IDEAL
SI NO HUBIERA QUE VOLVER A LA TIERRA"

-Fue una sorpresa que escribiera su diario de la misión con un boli barato, normal, y no con uno carísimo de diseño espacial.

-Me chocó tanto que no pude evitar mencionarlo en el diario.

-Siempre se cuenta que los estadounidenses gastaron una fortuna en un bolígrafo espacial mientras que los soviéticos llevaban lapiceros.

-Es lo que yo pensaba hasta dos días antes del lanzamiento.

-¿Qué tal la ingravidez?

-¿La verdad? Muy cómoda. Sería un estado ideal si no hubiera que volver a la Tierra. Si los humanos tuviéramos que vivir todo el tiempo en ingravidez, creo que seríamos felices.

-Flotando...

-Hombre, hay que pensar mucho, como cuando montas en monociclo, que me imagino que será dificilísimo. Los primeros dos o tres días tienes que pensarlo más, pero te adaptas.

-¿Cuántos golpes se dio?

-Es como esquiar. Si intentas hacerlo cada vez mejor, de vez en cuando, te tienes que caer. Si no, es que no estás buscando el límite. Te das un golpe cuando quieres ir más deprisa que lo que realmente sabes. Yo no me di muchos, cinco o seis.

-Contó a los lectores de EL CORREO, en el diario que enviaba desde órbita, que dormía muy bien, pero comer no tanto, ¿verdad?

-Yo he comido un montón.

-Le vimos por la tele comiendo chorizo.

-Sí. Llevé un poquitín, unas muestritas de nada por invitar a los compañeros. Lo que pasa con la comida en el espacio es que tiene que estar precocinada o enlatada, y que la preparan en Houston o en Moscú.

-Así que devoró la manzana que le dieron tras aterrizar.

-Es que nos habíamos saltado la cena. Abandonamos la estación a las ocho de la tarde y no habíamos ni cenado ni desayunado.

-Llegaron hambrientos.

-Yo, con mucha hambre, desde luego.


EL PERSONAJE
Pedro Duque nació en Madrid el 14 de marzo de 1963. Ingeniero aeronáutico, es miembro del cuerpo de astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se ha adiestrado en Alemania, Rusia y EE UU. Estuvo nueve días en órbita en 1998 a bordo del 'Discovery'. Está casado y tiene tres hijos. Aficionado a la natación, el submarinismo y el ciclismo, su sueño es ir a Marte. Fue el ingeniero de vuelo de la misión 'Cervantes'. Despegó del cosmódromo de Baikonur el 18 de octubre y, tras ocho días en la ISS, aterrizó en la estepa kazaja el 28 de octubre.